No Me Importa

Hacer a otros esperar es lo mismo que tomar un megáfono y decirles: "¡No me importa!". La puntualidad es, quizás, una de las buenas costumbres más subvaloradas en Panamá. Como panameño, me incluyo dentro de la masa. A menudo toleramos la impuntualidad porque la practicamos con frecuencia. Eso tiene que cambiar.

Los pretextos y escusas exponen la creatividad del panameño en todos sus matices. Sin embargo, son la mayoría situaciones que hubiésemos podido anticipar... cuando son ciertas. Todo comienza por planificar para imprevistos alrededor de esa hora - tráfico, clima, accidentes, etc. Hoy en día existen aplicaciones (apps) que se alimentan de información en tiempo real y que hasta pueden decirnos a qué hora tenemos que dejar nuestra ubicación actual para llegar a un destino a tiempo. Este es un recurso que muchos no usamos suficiente. Estas apps también cuentan con instrucciones por voz en varios idiomas, de manera que el conductor no quite la mirada de la vía. Además, existen apps que nos ofrecen transporte de puerta a puerta y nos ayudan a esquivar la demora de estacionar el carro.

El primer paso hacia la puntualidad es la consideración del valor del tiempo de otros. Ciertamente debemos respetar a los demás; respetar el tiempo que han separado para nosotros es parte de eso. Hace poco tuve que esperar por casi dos horas a una persona que iba a ofrecerme sus servicios. Los ejecutivos de esta empresa llegaron a su cita, literalmente, detrás del carro que solicité con un app para retirarme a mi próxima reunión. La experiencia sin duda puso a prueba mi paciencia, pero además me hizo pensar en la "regla de oro". No hagas a otros lo que no te gusta que te hagan a ti, reflexionaba yo. Me sentí culpable por cada vez que llegué con retraso a una reunión.

Con la movilidad que nos ofrecen nuestros dispositivos podemos prácticamente llevarnos nuestra oficina en el bolsillo o bajo el brazo. Esto nos ofrece la posibilidad de implementar algunas estrategias para mejorar nuestra puntualidad. Trabajar en remoto desde algún lugar cercano a la reunión hasta que sea la hora es una forma muy efectiva de evitar tiempos de congestionamiento vehicular, por ejemplo. En ocasiones hace sentido acordar reuniones alrededor de la hora de almuerzo. Comer cerca del sitio de la reunión para luego desplazarnos una distancia más corta es una buena solución. Almorzar con los equipos de trabajo siempre es una buena forma de invertir en esas relaciones y recuperar tiempo de nuestra tarde. Otra forma de hacer mejor uso del tiempo es planificar las reuniones de la semana según su ubicación física pues ayuda a minimizar el tiempo de desplazamiento.

En fin, en la medida en que valoremos el tiempo de los demás, pensaremos en formas de expresarlo con acciones y no palabras. Además, veremos muy claro que el tiempo que hacemos en nuestra agenda para una reunión u ocasión debe incluir un tiempo cómodo antes para llegar a la cita a pesar de imprevistos, así como también un tiempo después para desplazarnos hasta nuestro próximo compromiso.

-JR Fábrega